Los cambios estacionales, el estrés, la fatiga, la nutrición incorrecta y una vida excesivamente agitada pueden tener efectos negativos sobre la memoria y la capacidad de concentración, interfiriendo también con el estado de ánimo. Dado que la capacidad de concentración requiere un gran esfuerzo mental, es bastante natural que se reduzca en casos de fatiga psicofísica.
Por ello, además de recuperar un estilo de vida saludable, entregarse a momentos de relajación y asegurarse las horas adecuadas de sueño, puede resultar útil recurrir a algún suplemento alimenticio para contrarrestar la fatiga mental.
Las plantas más utilizadas en los suplementos de memoria son las Centella asiática, Eleutherococcus, Gynkgo Biloba, Ginseng, Bacopa y Rhodiola. Otros suplementos muy eficaces para la memoria y concentración son el fósforo, el magnesio, las vitaminas B1 y B2, el hierro, zinc y yodo.
En periodos particulares de estrés emocional y mental, ante los exámenes escolares o en momentos en los que se requiere mucho esfuerzo en el estudio y las actividades intelectuales, en la memoria o durante semanas de intenso trabajo, puede ser útil tomar suplementos específicos para mejorar la cognición, las funciones cerebrales y la capacidad de mantener la concentración.
El uso de complementos alimenticios también puede ser necesario si estás atravesando periodo difícil, tienes demasiado estrés, te sientes fatigado, cansado o con ansiedad.
Suplementos para mejorar la memoria en el estudio
El fósforo, la glutamina y otras sustancias no deben faltar en un complemento alimenticio válido y eficaz formulado para mejorar la memoria y la concentración. Pero vea en detalle para qué sirven estos componentes:
- Fósforo: es fundamental para crear y gestionar la energía, sintetizar proteínas, grasas e hidratos de carbono y mantener el equilibrio hidroelectrolítico de los órganos. El fósforo es también un elemento fundamental en la asimilación de las vitaminas del grupo B y en la promoción de la transmisión de los impulsos nerviosos y la concentración. Por último, unos niveles adecuados de fósforo garantizan un correcto funcionamiento y desarrollo cognitivo.
- Glutamina: es un aminoácido fundamental que realiza una intensa actividad estimulante en el cerebro. Es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro, donde se convierte en glutamato, que es el principal neurotransmisor excitador del sistema nervioso central.
- Acetil L-carnitina: combate los radicales libres en el sistema nervioso y protege el cerebro del envejecimiento prematuro; también promueve la formación de acetilcolina, el neurotransmisor más importante que juega un papel clave en el aprendizaje y en la memoria a corto y largo plazo.
Mantener una dieta saludable
Mientras tanto, una dieta correcta y equilibrada puede marcar la diferencia. Una reducción moderada de la ingesta calórica diaria puede “rejuvenecer el cerebro”. Para analizar esta relación, en un estudio reciente se encontró que una disminución limitada de alimentos puede tener efectos sorprendentes en la esperanza de vida promedio en una gran variedad de especies: desde levaduras, gusanos, moscas de la fruta, roedores y monos.
Este aumento de la longevidad vendría acompañado de un eficaz antagonismo del proceso de envejecimiento tanto a nivel de salud en general, con menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y neoplasias, como a nivel cerebral, con la consecuente ralentización del deterioro cognitivo y alteraciones de la memoria del hipocampo.
Duerma lo suficiente
Los antioxidantes también son muy efectivos. Las vitaminas C, E y el betacaroteno, se encuentran entre los antioxidantes que más ayudan a su memoria. Pero también los antioxidantes en el té verde protegen los tejidos del daño de los radicales libres, así como muchas otras sustancias que tienen propiedades antirradicales específicas, es decir, contrastan con el deterioro progresivo de las funciones cerebrales.
Pero el remedio por excelencia, es una buena noche de sueño. En la práctica, dormir adecuadamente sirve para disminuir la intensidad de las sinapsis, las conexiones entre neuronas, contrarrestando así el aumento de intensidad que se produce durante el día, produciendo así una función reparadora, para arreglar los daños por desgaste en la maquinaria celular.
Además, cabe destacar que la consolidación en la memoria de un dato importante siempre se produce de noche, mientras se duerme, se selecciona también el tipo de información útil frente a la superflua.
Técnicas de concentración para mantener la memoria activa y joven
Hoy en día se habla mucho de “entrenamiento cerebral” (o “entrenamiento de la memoria”), es decir, ejercicios para entrenar la memoria. El cerebro, después de todo, es muy similar a un músculo en su funcionamiento: para no debilitarlo y mantenerlo vivo, debe estar entrenado. Una de las formas de entrenar y mejorar su memoria es utilizar estrategias mediante la adopción de técnicas simples de concentración como: leer, escribir, jugar al ajedrez o las damas, o hacer rompecabezas, sudokus, anagramas, acertijos o crucigramas. Por otro lado, pasatiempos, como la jardinería y el bricolaje pueden ayudarlo a mantenerse activo.