Más allá de los índices: ¿Por qué la gestión activa sigue siendo relevante?

La gestión pasiva, representada por los fondos indexados, ha ganado considerable popularidad en los últimos años. Sin embargo, esto no significa que la gestión activa haya quedado obsoleta. De hecho, sigue siendo una opción atractiva para muchos inversores, especialmente aquellos que buscan obtener un rendimiento superior al mercado y construir carteras personalizadas.

¿Por qué la gestión activa sigue siendo relevante?

  1. Análisis detallado de empresas: Los gestores activos dedican una gran cantidad de tiempo y recursos a analizar en profundidad las empresas individuales. Esto les permite identificar oportunidades de inversión que pueden pasar desapercibidas para los índices. Al seleccionar cuidadosamente las empresas con mejores perspectivas de crecimiento, los gestores activos pueden construir carteras con un potencial de rentabilidad superior.
  2. Flexibilidad: A diferencia de los fondos indexados, los gestores activos tienen la flexibilidad de ajustar sus carteras en función de las condiciones del mercado. Esto significa que pueden aprovechar las oportunidades que surjan y reducir el riesgo en momentos de volatilidad.
  3. Valoración de empresas infravaloradas: Los gestores activos pueden identificar empresas que, a su juicio, están cotizando por debajo de su valor intrínseco. Al invertir en estas empresas, los inversores pueden obtener mayores rentabilidades a largo plazo.
  4. Gestión de riesgos: Los gestores activos pueden implementar estrategias de gestión de riesgos más sofisticadas, como la cobertura y la diversificación, para proteger el capital de los inversores.
  5. Responsabilidad social corporativa: Muchos inversores buscan invertir en empresas que comparten sus valores y que tienen un impacto positivo en la sociedad. La gestión activa permite seleccionar empresas con criterios ESG (Environmental, Social and Governance), lo que no siempre es posible con los índices.

¿Cuándo elegir la gestión activa?

La gestión activa puede ser una buena opción para inversores que:

  • Buscan superar el rendimiento del mercado: Si tu objetivo es obtener una rentabilidad superior a la media del mercado, la gestión activa puede ser una buena opción.
  • Tienen un horizonte temporal a largo plazo: La gestión activa requiere paciencia, ya que los resultados pueden no ser inmediatos.
  • Están dispuestos a asumir un mayor riesgo: La gestión activa implica tomar decisiones de inversión más arriesgadas, lo que puede generar mayores retornos, pero también mayores pérdidas.
  • Valoran la personalización: Si buscas una cartera de inversión personalizada que se adapte a tus necesidades y objetivos específicos, la gestión activa puede ser una buena opción.

En conclusión, la gestión activa sigue siendo una herramienta valiosa para los inversores que buscan obtener un rendimiento superior al mercado y construir una cartera personalizada. Aunque la gestión pasiva ha ganado terreno en los últimos años, la gestión activa sigue siendo relevante para aquellos inversores que están dispuestos a asumir un mayor riesgo a cambio de una mayor rentabilidad.